9Después vi una gran multitud que ninguno podía contar, de toda nación, tribu, pueblo y lengua. Estaban ante el trono y en presencia del Cordero, vestidos de ropa blanca y con palmas en sus manos.
10Y aclamaban a gran voz: “La salvación se debe a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero”.
11Y todos los ángeles que estaban de pie alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, se postraron rostro en tierra, ante el trono, y adoraron a Dios.
12Dijeron: “¡Amén! Alabanza y gloria, sabiduría y acción de gracias, honra, poder y fortaleza, a nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!”